lunes, 29 de septiembre de 2014

Garbanzos al ajillo con bacon y patatas

De esas veces que tienes uno de esos botes en la despensa desde hace varias semanas. Qué solo se siente, ¿verdad? se aburre... ahí dentro está todo oscuro. Además, esta mañana acabas de leer que las legumbres son buenas. Adelante, no lo pienses más y cógelo. Qué consistente y qué buena pinta tiene, ¿verdad?

Algo habrá que hacer para que nuestro bote se divierta después de tanto tiempo encerrado.

¡Vamos a mezclarlo con lo que haya!


Garbanzos al ajillo con bacon y patatas

Ingredientes (2 personas):

- 1 bote de garbanzos en conserva
- 100 gramos de bacon en tiras
- 1 diente de ajo grande
- 1 patata grande
- 1 cucharadita de pimentón dulce o picante
- Aceite de oliva o de girasol
- Sal
- Ganas de comer

Preparación:

Empezaremos poniendo a calentar abundante aceite en una sartén. Mientas, pelamos la patata y la cortamos a tiras. Las ponemos a freír en el aceite a fuego máximo.

Pondremos a calentar una sartén con un chorrito de aceite a fuego medio, tirando a fuerte. Ésta es la sartén que contendrá la base de la receta. Una vez hecho esto, abriremos el bote de garbanzos y escurriremos muy bien el agua, para que no nos salte en la sartén. Para esto siempre es mejor utilizar un escurridor; tirar el agua directamente del bote al fregadero no siempre funciona como esperamos. Cortaremos el diente de ajo en láminas finas o más picado, en trozos pequeños, como más te gusten. Tras cortarlo, échalos en la sartén y espera un minuto a que el aceite se impregne del sabor del ajo, y es momento de añadir los garbanzos.

Remueve esta mezcla durante unos dos minutos con una pala de madera, para no dañar la sartén. Con esa misma pala, abre un hueco entre los garbanzos para añadir el bacon directamente en la sartén. Remueve hasta que todo quede bien mezclado. No te preocupes que no hemos abandonado a las patatas. Estarán ya fritas (cuidado que no estén demasiado doradas). Sácalas de su sartén y pásalas a las otras una vez escurridas. Sigue removiendo y añade sal a tu gusto.

¿Falta un poco de color? No te preocupes. El pimentón nos ayudará a corregirlo. Bastará con una cucharadita bien colmada. Depende de ti, si eres más valiente y prefieres usar pimentón picante. Remueve rápido, para que el pimentón se mezcle bien con lo demás y no se queme. Sigue con el fuego a la misma intensidad unos 4 minutos.

Pues ya está. Ahora toca servirlo y disfrutarlo. Se puede servir en plato llano sin problemas, ya que es una receta sin nada de caldo, pero muy jugosa gracias al bacon. Te quedará algo parecido a esto:





Espero que guste. Un plato completo, con legumbre, patatas y algo de carne.

¡Buen provecho!

domingo, 28 de septiembre de 2014

Arroz con huevo y bacon con guarnición de verduras a la plancha

Cuando te levantas un domingo por la mañana, normalmente piensas en muchas cosas: ha sido un buen fin de semana, mañana de vuelta a la rutina... etc. Por lo general, si el sábado fue un día, o una noche intensa, el pensamiento con más presencia en tu cabeza será '¡COMER!' ya que cuando abras los ojos serán cerca de las 14h y tus entrañas estarán rugiendo cual león en el Serengeti. Es la hora de calmar su hambre, por lo que te levantas y te pones en marcha.

¿Qué habrá por la nevera? ¡Vamos a cocinar con lo que haya!


Arroz con huevo y bacon con guarnición de verduras a la plancha

Ingredientes (4 personas)

- 2 calabacines medianos
- 1 berenjena
- 2 pimientos rojos
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla
- 200 gramos de bacon en tiras
- 2 huevos
- 400 gramos de arroz redondo o largo
- Aceite de oliva o de girasol
- Sal
- Ganas de comer


Preparación:

Corta el calabacín en rodajas de medio centímetro. El grosor es importante para conseguir que se cocine bien. Ponlo en una sartén precalentada a fuego fuerte (no máximo) con un poco de aceite y ve cocinándolas todas hasta que queden doraditas. El calabacín soltará su propio jugo, por lo que no te tienes que preocupar de que se vaya a quedar pegado cuando el aceite se haya absorbido. Añade sal al gusto.

Para ahorrar tiempo, puedes ir haciendo mientras los pimientos en otra sartén. Córtalos en rodajas intentando que no queden demasiado gruesas. Éstas no van a ir a a la plancha, sino más bien rehogadas, pero el resultado va a ser muy parecido. Añádelas a una sartén con algo más de aceite precalentado y cocina a fuego medio hasta que veas que el pimiento verde se va oscureciendo un poco. Es hora de añadir la cebolla a la misma sartén: los pimientos adquirirán el toque de la cebolla, y a la inversa. Corta la cebolla en rodajas finitas y añádelas. La cebolla tarda menos que el pimiento en pocharse, así que debemos echar un ojo para que quede equilibrado. Pero no es muy complicado; eso sí, hay que remover un poco de vez en cuando para que todos los trozos se hagan bien. Añade sal al gusto.

Seguramente el calabacín ya esté listo, por lo que puedes retirarlo de la sartén para dejar paso a la berenjena. Córtala igual que el calabacín, en rodajas de medio centímetro y ponlas en la sartén con algo de aceite para que no se peguen. La berenjena en principio absorbe más el aceite que el calabacín, pero suelta menos jugo, por lo que puede ser que tengas que ir añadiendo algo más de aceite. Añade sal al gusto.

¡Ya tenemos las verduras! Déjalas apartadas en algún sitio donde no se vayan a enfriar. Es el turno del arroz: viértelo en una cazuela y añade agua, sal y un poco de aceite. Asegúrate de que quede bien cocido con la textura deseada. Mientras el arroz se va haciendo, descansamos 5 minutos para darle un poco de tiempo, y empezamos a preparar en una sartén grande el huevo. Debemos batirlo primero y luego verterlo en la sartén a fuego medio. Cuando veamos que va adquiriendo consistencia, lo romperemos en trozos pequeños con una pala de madera, para no dañar la sartén. Una vez hecho, y vigilando que no se haya quedado ninguna parte sin hacer, añadiremos el bacon. Salteamos un poco y añadimos el arroz, que ya debe estar cocido. Subimos el fuego y lo ponemos casi al máximo para que el bacon se haga bien y a la vez el arroz adquiera una textura más consistente, además del sabor de los otros dos ingredientes. Añade sal al gusto. Ve removiendo para que nada se pegue ni se queme y cuando el arroz este con un color algo más oscuro apagamos el fuego.

Servimos en un plato llano el arroz y las verduras por separado, sin mezclar, y el resultado será algo parecido a éste:



Pues ahora lo siguiente es degustarlo. Recuerda que todas estas recetas están pensadas para que puedas dividir las cantidades fácilmente en el caso de que no necesites cocinar para tantas personas.


¡Buen provecho!